La taxonomía de Bloom, desarrollada por el psicólogo y pedagogo Benjamín Bloom en 1956, es una herramienta fundamental para educadores. Su objetivo es establecer un lenguaje común que facilite la discusión e intercambio de métodos de enseñanza y evaluación. Si bien la taxonomía se utiliza principalmente para evaluar el aprendizaje en diferentes niveles cognitivos, también permite derivar resultados de aprendizaje específicos. En MaaCFormación, tu academia de oposiciones para potenciar el aprendizaje, queremos ampliar esta información que será vital en el ejercicio de tu profesión docente.
La Taxonomía de Bloom es una categorización que define diferentes niveles de inteligencia. Dentro de estos se incluyen el pensamiento, el aprendizaje y la comprensión. Las instituciones educativas y todo proceso de enseñanza-aprendizaje lo emplean para mejorar el plan de estudios, las evaluaciones y los métodos de enseñanza.
Introducida originalmente en 1956, este concepto, creado por el Benjamin Bloom junto con el Edward Furst, Max Englehart, David Krathwohl y Walter Hill, buscó categorizar tanto los niveles de educación, así como las habilidades que se deben impartir cada vez que un docente enseña algo.
Como docentes, sabemos que la simple memorización no es ni recomendada ni suficiente. Lo que se requiere de toda persona en su proceso de formación es que esta desarrolle habilidades cognitivas de alto nivel, como el pensamiento crítico, la creatividad y la resolución de problemas, para que pueda aplicar sus conocimientos y logre el éxito en un mundo en constante cambio.
Es justo en este escenario donde entra en juego la taxonomía de Bloom. La misma es una herramienta de gran valor para educadores que buscan ir más allá del aprendizaje tradicional. Siendo así, el motivo y objetivo de hacer uso de ella se centra en lo siguiente:
Si en algo hace énfasis la taxonomía de Bloom es que va más allá de la simple adquisición de conocimientos. Uno de sus principales objetivos es que los estudiantes comprendan la información, la analicen, la evalúen y la apliquen en situaciones reales.
Esto porque se enfoca en estimular el pensamiento crítico, la creatividad, la resolución de problemas y la toma de decisiones. Todas estas habilidades son esenciales para el éxito en el mundo actual.
Si algo promueve la categorización es que todo se centre en el estudiante. Siendo así, este se convierte en un agente activo en su propio proceso de aprendizaje.
Al comprender los diferentes niveles de la taxonomía de Bloom, los educadores pueden diseñar actividades de aprendizaje que de verdad promuevan el desarrollo cognitivo de sus estudiantes. Esto abarcando todos los niveles de educación, desde niños hasta adultos.
Finalmente, la aplicación de la taxonomía proporciona un marco para evaluar el aprendizaje. Pero esto no solo en términos de memorización, sino también de comprensión, análisis, evaluación y creación.
La irrupción de las Tecnologías de la Información y la Comunicación (TICs) en la educación ha hecho aún más relevante la taxonomía de Bloom. Las TICs ofrecen herramientas y recursos que pueden ser utilizados para potenciar el aprendizaje en todos los niveles de la taxonomía.
La taxonomía de Bloom ha sido una herramienta invaluable para educadores durante décadas y sigue siendo relevante en la actualidad. En la era de las TICs, esta categorización ofrece un marco mucho más especializado para diseñar experiencias de aprendizaje que sean efectivas, motivadoras y que preparen a los estudiantes para los desafíos del siglo XXI.
Estos son los dominios que entran dentro de la Taxonomía de Bloom:
En el ámbito cognitivo de la taxonomía de Bloom, el foco principal se da al desarrollo del conocimiento y las habilidades intelectuales. Según la complejidad, hay seis aspectos fundamentales en el dominio cognitivo:
Este dominio se ocupa de los sentimientos y emociones asociados con el entorno. Contiene ideas y conciencias, fenómenos y personajes complejos. Los principales aspectos del dominio afectivo son los siguientes.
El dominio psicomotor se ocupa de la coordinación, el movimiento de los órganos sensoriales y el movimiento físico del cuerpo de un estudiante. Se requiere una gran práctica para ser bueno en estas habilidades. El acto físico de conducir, tocar el teclado o la guitarra son ejemplos importantes del dominio psicomotor.
Como hemos mencionado, la taxonomía propone una clasificación de los diferentes niveles cognitivos que los estudiantes pueden alcanzar en el proceso de aprendizaje. Siendo así, los niveles de la Taxonomía de Bloom se representan por los siguientes verbos clave. Veamos a fondo estos:
Este verbo se refiere a la capacidad del estudiante para evocar información previamente aprendida, como memorizar hechos, definiciones o conceptos. Podría considerarse como el pilar del modelo educativo.
¿Quieres conocer la diferencia entre maestro y profesor? Este artículo aclara estos conceptos que usamos con frecuencia.
El siguiente verbo implica que el estudiante no solo recuerda la información, sino que también la entiende y la puede explicar con sus propias palabras. Comprender un concepto hasta su raíz puede cambiar las reglas del juego para los estudiantes que desean tener una carrera y un desempeño exitoso en la vida
En este sentido de la taxonomía, aplicar se refiere a la capacidad del estudiante para utilizar el conocimiento adquirido para resolver problemas, tomar decisiones o realizar tareas en situaciones nuevas. En resumen, es capaz de llevar lo teórico a resolver un problema práctico, tanto académico como del día a día.
Con esta acción se infiere que el estudiante ya es capaz de descomponer la información en sus partes constituyentes, identificar sus relaciones y comprender su estructura. En este sentido, al analizar los individuos pueden diferenciar entre lo que es auténtico y lo que no lo es, lo que les ayudaría a afrontar cualquier situación en su carrera y en su vida en general.
Al usar este verbo buscamos proyectar la capacidad de la persona para realizar juicios críticos sobre la información. Siendo así, se estima que pueda evaluar la veracidad, relevancia o importancia que tiene o experimenta en el medio o situación donde se encuentre.
El nivel más alto de la taxonomía de Bloom y este implica que el sujeto es capaz de generar ideas originales, producir soluciones innovadoras o crear nuevos productos. Tengamos presente que, la creación en sí misma es un gran logro y su objetivo es el bienestar de la sociedad, que es, a todas estas, uno de los principales propósitos de la Taxonomía de Bloom.
Como ya constatamos, la taxonomía de Bloom es una herramienta invaluable para educadores de todos los niveles. Al comprender y utilizar esta taxonomía, los educadores pueden diseñar experiencias de aprendizaje más efectivas, motivadoras y que preparen a sus estudiantes para los desafíos actuales.
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